07 noviembre 2006

Deslocalización o victoria

En plena fiebre deslocalizadora, cuando parece que el futuro de la economía productiva se sitúa en la Europa del Este, China, etc..., nos sorprende la intención de Nissan Motor Ibérica de ampliar la producción de su planta en Barcelona iniciando la producción en 2008 de un nuevo modelo. De hecho, desde principios de octubre se han ampliado los turnos para atender pedidos de Sudáfrica y Rusia. Y todo esto en los albores de una más que probable crisis del sector del automóvil.

En los dos últimos años la fábrica de Barcelona ha incorporado a 1.500 trabajadores al tiempo que se plantea rebajar los costes de producción. ¿Es evitable el proceso de deslocalización? ¿Cómo podemos recuperar la competitividad que, al parecer, perdemos por los costes salariales?

Lo primero que tenemos que considerar es que precio no es igual a coste, es decir, coste salarial no es igual a coste de producción. Habrá que considerar no solo el coste salarial, sino también el coste de las paradas y los retrasos en la producción, el coste de las mermas y los errores, el coste de no calidad, el coste de una gestión logísitica ineficiente, etc.

Es decir, de alguna manera tenemos que demostrar que nos merecemos un salario mejor que los trabajadores de los países que concentran nuestras miradas cuando hablamos de deslocalización, tenemos que demostrar que sabemos producir mejor, más rápido, con mayor eficiencia tanto productiva como de gestión.

En definitiva, necesitamos una mayor cualificación profesional, marcar las diferencias de manera que esté justificada la diferencia salarial entre estos países y España. Necesitamos inversión en formación. Solo la capacidad de aprendizaje nos otorga una ventaja competitiva sostenible.

No es un reto fácil, pero tampoco imposible. Eso sí, atención: la formación comienza y tiene su mayor importancia en los niños y, en ese sentido, resulta muy preocupante los informes que nos colocan en la cola de Europa a nivel educativo.

1 Comments:

At 7:57 p. m., Anonymous Anónimo said...

Home, alguna cosa positiva es fa, però no precisament per les condicions econòmiques, sinó perquè l'empresa privada optimitza els seus recursos, i sobre tot, té CERVELLS per directius, i projecte empresarial per tirar endevant.

Un empleat treballa per diners, perquè no hi ha més remei, però si CREU en el projecte i es valorat, rendirà el doble, i sense que ell se n'adoni.És de calaix

 

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